Usar una plancha de pelo puede parecer sencillo pero… ¿seguro que lo estás haciendo bien? No queremos estar media hora planchando el pelo ni, lo que es peor, llegar a dañarlo. Por suerte, tenemos la solución: la guía de cómo usar una plancha de pelo. Os desvelamos las claves para hacer un uso eficiente y seguro de vuestra plancha de pelo. Vamos por orden:
En este artículo descubrirás:
- 1 1. Elige la plancha perfecta para ti
- 2 2. Seca bien tu pelo
- 3 3. Antes de alisar, péinate un poco
- 4 4. Vamos con la plancha: prepárala bien
- 5 5. La técnica perfecta para alisar
- 6 6. Cómo usar una plancha de pelo para ondular
- 7 7. Si los necesitas, usa protectores térmicos para cabello
- 8 8. Deja la plancha en lugar seguro… ¡y fría!
1. Elige la plancha perfecta para ti
Puede parecer una obviedad, pero cada persona necesita una plancha única. En función de tu tipo de pelo, de la frecuencia de uso y de otros criterios, lo que a un/a usuario/a puede funcionarle bien puede no ser idóneo para otra persona. Echa un vistazo a esta guía para elegir tu plancha.
2. Seca bien tu pelo
Este punto es muy importante y ya lo comentamos en la guía de compra. Las planchas trabajan entre 165 y 230 ºC de temperatura. El agua, a nivel del mar, hierve a 100 ºC. Si tienes el pelo mojado y le aplicas una plancha a esa temperatura, lo que hará el agua será hervir y te «cocerá» el pelo, lo cual no es que sea muy sano. Por lo tanto, sécate bien el pelo antes de plancharlo. Esta es una de las claves más importantes sobre cómo usar bien una plancha de pelo.
3. Antes de alisar, péinate un poco
Antes de empezar a pasarte la plancha, es importante peinar un poco el pelo para que luego te sea más fácil plancharlo. No es necesario dejar el pelo perfecto, pero sí desenredarlo. Esto lo puedes hacer mientras te lo secas con un secador, usando un peine de púas o un cepillo en función de cómo sea tu pelo. La idea es quitar los nudos que pueda haber para luego pasar la plancha sin pegar tirones que puedan hacerte daño o dañar el pelo.
4. Vamos con la plancha: prepárala bien
Vamos ya con la madre del cordero: la plancha. Asegúrate primero de que la plancha está en buenas condiciones: limpia, sin piezas sueltas y con las placas térmicas perfectamente íntegras. Enchúfala y enciéndela, y comprueba que tarda más o menos lo habitual en llegar a temperatura de trabajo. En caso de que tarde demasiado, puede ser señal de algún problema. Si es una de las primeras veces que usas esa plancha sobre tu pelo es mejor ser precavida/o. Por el contrario, si la plancha es de temperatura regulable, asegúrate de seleccionar una temperatura baja, de unos 170-180 ºC. La mayoría de planchas avisarán de que han llegado a la temperatura de trabajo con un pitido o una lucecita.
5. La técnica perfecta para alisar
Pasar correctamente la plancha por el pelo requiere de cierta práctica. Deberás separar un mechón más estrecho del largo de las placas (unos 10 cm para planchas estándar) y pinzarlo con la plancha lo más cerca posible de la raíz. Coloca la plancha en posición cercana a la perpendicular con el pelo (casi haciendo una cruz con el mechón). Presiona y desliza suavemente hacia abajo. Al llegar al final del mechón de cabello, puedes hacer un giro de muñeca hacia el interior para evitar que quede la punta ondulada hacia afuera.
6. Cómo usar una plancha de pelo para ondular
Algunas planchas con bordes redondeados facilitan el acto de ondular el cabello. Esto requiere de dos cosas: una plancha adecuada y una buena técnica. Deberás aplicar la misma presión y velocidad de deslizamiento que en el punto anterior, pero, a la vez que eso, tendrás que ir girando la muñeca para dar forma ondulada al mechón. Al principio puede que te cueste un poco, pero es posible lograrlo con algo de práctica. ¡A por ello!
7. Si los necesitas, usa protectores térmicos para cabello
En caso de que tengas el pelo muy delicado o quieras usar la plancha muy a menudo, puede ser una buena opción mirar protectores de calor para el pelo. No es algo de lo que creamos que se deba abusar, porque podrían darte una falsa sensación de seguridad y, con ello, llegar a dañarte el pelo.
8. Deja la plancha en lugar seguro… ¡y fría!
Cuando te acabes de planchar el pelo, apaga o desenchufa la plancha y a continuación, déjala sobre una superficie que aguante bien el calor. El mármol o similar del baño podría servir, pero procura siempre que las planchas calefactoras no toquen la superficie directamente. Deja enfriar la plancha unos minutos, hasta que no puedas notar con la mano el calor que emana de las placas. Ahora debes revisar que la plancha esté bien limpia; si tiene algún resto de suciedad, retírala con un trapo suave y agua con jabón. Si tiene mecanismo de cierre, bloquéala y ¡ahora sí!: hasta el siguiente uso.